VALORES
Los derechos sexuales son parte inalienable de los derechos humanos y, por lo tanto, tienen carácter universal, indivisible e interdependiente. Reconocemos y celebramos la existencia de un proceso histórico de ampliación del marco de los derechos humanos y sus instrumentos, y por eso nos mantenemos en actitud de apertura crítica frente a la posibilidad de futuras reformulaciones tanto del marco de los derechos humanos en general como del de los derechos sexuales en particular.
Las sexualidades conforman un aspecto central y complejo de la vida humana, tanto al nivel de las diversas experiencias subjetivas que abarcan como de los diferentes modos de articulación teórica, ética y política en los que se expresan. Por eso, la formulación, defensa y promoción de los derechos sexuales es imprescindible para garantizar la condición plena de sujet* de derechos.
Valoramos, defendemos y protegemos la diversidad de expresiones culturales contra toda forma de reducción imperial o colonial. Pero reconocemos también que todas las culturas cambian y se modifican. Nos comprometemos a coadyuvar en el desmantelamiento de todas aquellas formas de opresión, explotación y regulación entre culturas y comunidades e individuos como así también a mantener una continua apertura al diálogo intercultural e interpersonal. Celebramos y acompañamos todo cambio cultural gestado desde el interior de las propias comunidades, que busque superar situaciones de desigualdad y opresión.